" Me encontraba malherido y mi criado decidió pasar la noche en ese castillo abandonado. Nos instalamos en una de las habitaciones más pequeñas. Estaba situada en una torre aislada del resto del edificio. Su decorado era rico, pero antiguo y sumamente deteriorado. Hice a Pedro cerrar los pesado postigos del salón y encender el candelabro para contemplar las pinturas y centrarme en la lectura del libro que hablaba de ellas. Moví la posición del candelabro para que iluminase el libro pero esto me hizo descubrir un retrato de una joven que aún no había apreciado. Lo contemplé rápidamente y cerré los ojos, para contemplar esa serenidad. Al cabo de algunos momentos, miré de nuevo el lienzo fijamente. Se trataba sencillamente de un retrato de medio cuerpo,sus brazos tendian en su regazo y el marco era oval, magníficamente dorado. Lleno de terror me apoderé ansiosamente del volumen que contenía la historia y descripción de los cuadros. Busqué el número correspondiente al que marcaba el retrato oval, y leí la extraña historia siguiente: “Era una joven de rarísima belleza, toda luz y alegría que en mal hora amó al pintor y se desposó con él. Él tenía un carácter apasionado, y había puesto en el arte sus amores; Ella, lo amaba todo, no odiaba más que el arte, que le arrebataban a su adorado. Terrible impresión causó a la dama oír al pintor hablar del deseo de retratarla. Mas era humilde, y sentóse pacientemente, durante largas semanas, en la sombría y alta habitación de la torre El artista cifraba su gloria en su obra, que avanzaba de día en día..."

Continuara....